
Las palabras se las lleva el viento, río de la cosas que escribí y reiré de las cosas que escribo ahora, pero escribo igual. Si tan sólo es juntar un par de letras y hacer que juntas bailen al ritmo que yo les ordeno, como en el gran teatro del mundo.
Pero insisto las palabras se las lleva el viento, y quien sabe si también el viento desordena un poco las letras que yo estoy ahora escribiendo, no quede ni la huella de lo que yo realmente quise en algún momento decir, puras sandeces.